Soy un orgulloso artesano de cerámica de Lota, una tradición que ha estado en mi familia por generaciones. La cerámica aquí no es solo un oficio, es una forma de vida. Aprendí de mi abuelo, quien me enseñó a moldear el barro con paciencia y amor. Cada pieza que creo lleva consigo una parte de nuestra historia y cultura. Rescatar la cerámica de Lota ha sido un viaje de perseverancia y amor por nuestra tierra. Estamos comprometidos a seguir adelante, manteniendo viva nuestra herencia cultural y mostrando al mundo la belleza de nuestra cerámica. Para nosotros, cada pieza es un testimonio de nuestra historia y de la resiliencia de nuestra gente.